Feria de Málaga y su accesibilidad.

Supongo que lo sabréis, este blog se realiza desde Málaga (España), ciudad que recientemente acaba de finalizar su feria de Agosto. En esta ocasión, me gustaría lanzar algunas reflexiones sobre un evento de este tipo, capaz de aglutinar a miles de personas y que para ello, el consistorio malagueño editó una guía accesible para esta feria 2009. Mi discapacidad o diversidad funcional es visual y por esta circunstancia la diversión propia y el encuentro con los amigos no ha sido en muchas ocasiones todo lo agradable que debería haber sido. Me explico, visité la feria de noche, situada en el recinto del Cortijo de Torres la noche del miércoles, y al preguntar por la guía accesible de la feria en el stand informativo situado cerca de la puerta principal, pregunté por la guía y me contestaron las chicas que se agotó el día anterior, es decir el martes. La primera noche que salí, encontrarme con los amigos fue tarea realmente compleja. Me dijeron que estaban en la caseta número 90, así que me puse a buscar la identificación de las casetas, y los números en muchas de ellas eran poco visibles, números pequeños, otros muy artísticos que dificultaban la visibilidad del mismo, en fin mal empezábamos. Encuentro la caseta 60, subo hasta la 70, la 80 y tras una larga caminata, contento al encontrar la 80 me encuentro que termina la calle, ¿Dónde esta el número 90? Preguntaba a la gente, perdone veo poco y busco la caseta 90, ¿sabe donde queda? Respuestas de todo tipo, “pues si esta es la 80, la 90 estará en la siguiente calle”, “¿ves poco? Y para que quieres las gafas”. No obtuve mucha información como podéis observar, así que continué con la busqueda. En los cruces de las calles, se podían encontrar paneles con el callejero de la feria y la situación de la feria. Este panel, para los que no ven o vemos poco no es operativo. Así que de nuevo, hay que recurrir a los viandantes. “Perdone, me puede decir donde esta la caseta 90, veo poco y no veo este panel”. Se vuelve a repetir la misma situación: “pues llevas gafas, ¿Cómo es que esto no lo ves?”, “Estás en la calle donde se encuentra esa caseta, buscala porque ésta es la calle”. La información era escasa, y tenía que aprovecharla.
Quizá os preguntareis, para que quería el móvil, utilizar, lo utilizaba, pero con poco éxito, gente, ruido, música, en fin, muy entendible que nadie contestase a las muchas llamadas que hacia ya que mi agobio aumentaba. Al final, en numero 90, resultó estar al extremo opuesto del 80, es decir, si la caseta 80 estaba la última según se sube, la 90 estaba de las primeras justo al iniciar la calle, realmente caótico al no seguir un orden. Esta misma situación ha ocurrido a otros amigos con alguna discapacidad visual, ya que aunque exista un mapa en papel de la feria y otros paneles luminosos, si uno no lo ve, pues no lo ve. Tendemos hacia la vida independiente, ser autónomos y con este tipo de situaciones se produce un retroceso que impide la movilidad independiente de cada individuo. Un evento de este tipo, como decía al inicio debe ser pensado para el uso y disfrute de todos. Al realizar una guía accesible, muchos que convivimos con una discapacidad sea cual sea, reconforta este tipo de mejoras y la atención que en este caso el Ayuntamiento de la ciudad pone en mejorar las desigualdades hasta ahora existentes. Este año, se han mejorado algunos aspectos y para que el gran colectivo de personas con discapacidad no vea mermado el derecho al disfrute, seria muy positivo contar con un grupo de expertos para contemplar las necesidades de cada colectivo o discapacidad para alcanzar a resolver las necesidades de unos y otros.